Hace
un par de semanas saltaba la noticia de que un centenar de científicos
(historiadores, arabistas, medievalistas y especialistas en arte) exigía la titularidad pública de la Catedral de Córdoba.
Todos
ellos opinaban, y así lo indican en un manifiesto, que la base jurídica de la inmatriculación es muy endeble, pues la orden dada en 1236 por el rey Fernando
III no puede considerarse una donación regia, sino la cesión de un derecho de
uso. Así, los científicos entienden que un
mínimo de diligencia por parte de la abogacía del Estado podría desmontar los
argumentos jurídicos, advirtiendo de que aún estamos a tiempo.
Lo que
es endeble es su manifiesto. Entre todos esos científicos no parece haber ni un solo jurista, así que es como si
yo, licenciado en Derecho, me pusiera a opinar que la teoría de la relatividad
general es muy endeble, o que la persecución de una teoría del campo unificado
no tiene muchos visos de llevarnos a alguna parte. O como sí actorzuelos de
tercera fila, sin estudios ni cultura, se pusieran a opinar de macroeconomía o geoestrategia.
Espera…
si ESO ya lo hacen…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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