martes, 5 de julio de 2016

Sí que van a ser socialdemócratas, mira tú

Decía Manuel Fraga Iribarne que un socialista es alguien capaz de afirmar una cosa y la contraria (suele apostillarse y sostener que ambas son ciertas y progresistas). Yo suelo definirles como aquellos que se dicen de izquierdas pero viven como nos gustaría vivir a los de derechas.
Ni una cosa ni la otra es cierta… no del todo, al menos. En realidad, un socialista –y, por extensión, cualquier político de izquierdas- es alguien que predica una cosa y hace justamente la contraria. Algunos me dirán que los políticos de derechas hacen exactamente lo mismo, pero –dado que servidor se considera de derechas- mis lectores entenderán que en este último caso considere ese comportamiento algo menos hipócrita.
Ya he mencionado cómo, tras despotricar contra la reforma laboral aprobada por el gobierno del PP, sindicatos y partidos de izquierdas (y hasta miembros del mundo de la cultura) la han aplicado cuando les ha convenido, sin poner el grito en el cielo ni rasgarse las vestiduras por verse obligados a hacerlo.
Los últimos en adherirse a tan simpática costumbre han sido los neocom del Ayuntamiento de Madrid. Después de bramar, como es costumbre, contra la precariedad del mercado laboral y las altas tasas de paro (paro que se debe, en gran medida, a la deficiente gestión de la crisis que hizo el que para Junior es el mejor presidente de la democracia), ahora se descuelgan, como medida para paliar la tasa de desempleo (más elevada en el izquierdista ayuntamiento que en la derechista comunidad) con una oferta de trabajos en prácticas por seis meses a parados a cambio de cobrar el salario mínimo.
Para ese viaje no necesitábamos alforjas, me parece a mí.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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