miércoles, 21 de junio de 2017

De fama mundial, dice

En lo referente a la mayoría de las personas relacionadas institucionalmente con el Fútbol Club Barcelona, y en concreto con la sección que da nombre a la entidad (siempre hay excepciones como Carlos Puyol, un caballero dentro y fuera del terreno de juego… ya podría aprender más de uno), creo que hay tres factores concurrentes –en diversas proporciones según de quién hablemos- que explican muchos de los dichos y hechos de esas personas: soberbia, estulticia y desfachatez. Una combinación peligrosa donde las haya para el que la padece, pero que da lugar a situaciones de lo más cómicas para los demás.
Tomemos el caso del (de momento) penúltimo presidente de la entidad, Sandro Rosell, actualmente entre rejas. El caballerete ha pedido la excarcelación alegando que no hay riesgo de fuga porque es conocido en todo el planeta (y parte del extranjero, le faltó añadir).
¿Soberbia? ¿Estulticia? ¿Desfachatez? ¿Varias o todas las anteriores, y en qué proporción? Es difícil de determinar qué ha movido al culerdo a hacer semejante solicitud. Por esa regla de tres (lo de que es conocido en todo el planeta vamos a darlo por bueno, aunque yo diría que habrá muchísima gente que no tendrá ni refitolera idea de quién es este chisgarabís), debería haberse liberado a Al Capone mucho antes de su excarcelación por enfermedad, pues era igualmente conocido en todo el mundo mundial.
Si yo fuera su señoría, no sólo no excarcelaba a este individuo, sino que incluso solicitaría su extradición, porque es más que evidente que está en la Luna…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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