viernes, 4 de agosto de 2017

A vueltas con el Butifarrendum II

El asunto del próximo comicio secesionista ilegal, a celebrar el aniversario de la proclamación de Francisco Franco como caudillo de España (mira que hay fechas en el calendario, y han tenido que ir a elegir precisamente esa) es tal que no deja a nadie indiferente, ni siquiera a aquellos de quienes, hasta ahora, no teníamos razones para dudar de su españolidad.
Por un lado está la franquicia neocom de Cataluña –no confundir con el batiburrillo de la bruja Piruja-, que ha llamado a la participación y votación en dicha mascarada pseudoelectoral. El problema (para la franquicia, claro) es que adoptaron esa postura antes de consultar al líder único, que se descolgó diciendo que si fuera catalán, no participaría en la consulta. Lo que pasa es que, como no lo es, cualquiera sabe lo que acabará haciendo, o diciendo que hará; porque no hace tanto tiempo en que se mostraba proclive al proceso, como los secesionistas lo llaman por allí.
Si esto parece surrealista, lo de la franquicia andaluza de los neocom es ya de aurora boreal. No sólo apoyan la celebración del butifarrendum (se ve que éstos tampoco han consultado a su jefe de filas), sino que, en el colmo del despropósito, se ofrecen como observadores internacionales para vigilar el desarrollo del esperpento.
Luego está Cocomocho, que parece no poder estarse mucho tiempo callado sin soltar una tontería; tontería con la que su parroquia, valga la metáfora religiosa, comulga religiosamente, sin importar el volumen que tenga. Una de las más recientes ha sido decir que tiene miedo (y, aún más, que es lógico sentir temor) porque el Estado está dispuesto a todo para parar el referéndum. Dejando aparte el hecho de que, tradicionalmente, lo único que han hecho los gobiernos de España con los necionanistas es, básicamente y valga el retruécano, no hacer nada y dejar hacer, los secesionistas están tan acostumbrados a saltarse el ordenamiento jurídico –normas aprobadas por ellos incluidas- que les aterra la posibilidad de que a alguien se le ocurra aplicarlo. Además, ve enemigos en todas partes (al estilo de que el que no está conmigo, está contra mí), porque afirma que los comuns van de antisistema pero en realidad están al lado de Zapatero, Aznar y González (lo que, siguiendo mi razonamiento anterior, equivale a decir que les van a dejar hacer sin hacer nada).
Y, finalmente, tenemos la nota triste. Porque leer que alguien que siempre se ha declarado orgulloso de vestir la camiseta de la selección española dice algo como No sé si se hará. Yo siempre soy partidario de votar y de ejercer tu derecho y tener una opinión sobre una posible situación social que te afectará a ti, a tus amigos y tu familia. Aquí, y en cualquier lugar, las personas deben involucrarse y no deben quedarse sin votar demuestra, o bien una hipocresía difícilmente admisible, o bien un afán de quedar bien casi equiparable al de Fuentealbilla, o bien, simplemente, no tener ni puta idea de qué va todo esto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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