sábado, 26 de agosto de 2017

Acabáramos

La corrección política (la llamada corrección política) es uno de los mayores males de la sociedad actual, y lleva a la gente a decir muchas cursiladas, cuando no directamente estupideces.
Dejemos aparte lo de todos y todas. En los obituarios, por ejemplo, la gente se muere siempre de una perífrasis (yo que creía que todos nos moríamos porque se nos paraba el corazón… es lo que tiene haber estudiado Derecho, y no medicina): de una larga enfermedad (Alzheimer), de una dolorosa enfermedad (cáncer) o repentinamente (un ataque al corazón). O en el caso de los atentados de la semana pasada, los locutores dijeron en varias ocasiones que los terroristas habían sido reducidos por la policía; cuando otros locutores dijeron más claramente que habían sido abatidos (perifrástico, pero algo menos) pude llegar a la conclusión de que habían sido reducidos, sí… pero a cero.
Y luego está el tema de los críticos de arte, singularmente los literarios y los cinematográficos. En los primeros el caso paradigmático es el de la edición políticamente correcta de la inmortal obra de Mark Twain, Huckleberry Finn: como ahora está mal visto llamar negro a un negro, pero hace ciento cincuenta años no, se elimina la palabrita todas y cada una de las veces que aparece (y creo que son más que unas cuantas), con lo que se obtiene una versión políticamente correcta… y lingüísticamente anacrónica.
Entre los segundos el último caso (de momento) es el del crítico de USA Today, que señala como fallo del Dunkerque de Christopher Nolan que hay pocas mujeres y pocos negros. Tanto da que en el episodio histórico en cuestión probablemente hubiera pocos negros (cada vez que oigo lo de subsahariano pienso inmediatamente en Pieter Botha, porque es difícil ser más subsahariano que un sudafricano, aunque seas blanco… salvo que seas un pingüino, claro está) y aún menos mujeres: Nolan tendría que haberlos colocado para no herir sensibilidades.
Claro, que de haberlo hecho, el crítico probablemente diría que había pocos homosexuales, pocas lesbianas, pocos transexuales, pocos enanos (perdón, acondroplásicos) y pocos de muchas otras categorías.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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