viernes, 5 de enero de 2018

Traicionando las tradiciones

La de hoy es una de esas entradas que se salta el orden normal de publicación. Aunque no tengo tantas entradas asignadas como hace algunas semanas (apenas diez días), si siguiera la regla de la que primero aparece es la primera en ser publicada para cuando le tocara salir habría quedado obsoleta (más).
Resumiendo: el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid sigue decidido a tocar las narices a los cristianos, sin importarles (o precisamente por ello) que los niños resulten afectados. Y mientras, los socialistas –gracias a los cuales, no me cansaré de repetirlo, los neocom se han encaramado a las poltronas municipales de varias ciudades importantes por toda la geografía española, de la ciudad condal a la tacita de plata- les ríen las gracias, o poco menos.
Resulta que para este año, en una cabalgata de Reyes (que conmemora la visita que los magos de Oriente –que evangélicamente no se establecen como reyes, ni tampoco como un trío- hicieron a Jesucristo recién nacido) de uno de los distritos de la Villa y Corte (creo que Vallecas) han decidido incluir tres reinas magas, interpretadas por una drag queen (siempre se aprende algo: hasta ahora, pensaba que drag queen implicaba varón travestido), una cantante de hip hop y una tercera fémina de parecido pelaje.
La susodicha reina (en ambos sentidos, el de la cabalgata y el de su profesión) defiende su participación diciendo que las tradiciones tienen que evolucionar (yo pensaba que una tradición lo es, precisamente, porque permanece a lo largo del tiempo: si cambia, deja de ser esa tradición para ser otra nueva, o bien pierde la esencia que le caracterizaba) y adaptarse a los nuevos tiempos. Los suciolistos madrileños lo justifican como una representación de la diversidad madrileña.
Puestos a actualizar tradiciones, les ofrezco, gratis total, dos. Una, que he oído en la tele (matizada por mí): que durante el próximo Ramadán, organicen un ciclo de barbacoas con productos de la matanza del cerdo delante de la mezquita de la M-30. Otra, original total: que en el próximo desfile del orgullo ABCDEFG incluyan, además de (o en vez de) curas y monjas ligeros de ropa, una representación del Mahoma beneficiándose a alguna de sus esposas menores de edad.
Por innovar tradiciones, digo… y por no andar jodiendo siempre a los mismos. Al fin y al cabo, el Islam es una religión de paz, o eso dice el progretariado internacional…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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