miércoles, 12 de septiembre de 2018

Ni los tontos útiles son profetas en su tierra

Si hace unos días comentaba que ponían como hoja de perejil al presidente del Gobierno, hoy toca hablar del tonto útil de los ierreceos en el Congreso, ese individuo al que el apellido (presumiblemente) paterno le sienta como un guante (como un guante hecho a medida, se entiende).
Porque es que ya ni los propios respetan el esfuerzo que el pobre charnego hace, día sí día también, para llamar la atención en el Congreso de los Diputados, esa cámara baja de un Estado opresor del cual no deja de decir que quiere marcharse, pero en cuyo seno permanece porque, la verdad, ¿dónde va a estar mejor, el pobretico?
Pues nada, que Rufián intervino en un foro por la república –un público teóricamente favorable, por lo tanto- y fue abucheado por los asistentes cuando expuso sus profundos y sesudos planteamientos.
Si es que no se hizo, para la boca del asno… la carne de otro asno.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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