martes, 25 de junio de 2019

Jugando con fuego

Lo peor de los tiras y aflojas en las negociaciones entre las tres formaciones a la derecha del PSOE es que siembran en el electorado de derechas el temor a que los desencuentros entre ellas –el reparo del partido pomelo a sentarse con Vox, básicamente- permitan que la izquierda gobierne. Y eso, se mire como se mire, sería un desastre (salvo, quizá, para los paniaguados, mamandurrieros y mantenidos de la izquierda, claro).
Hace una semana, Vox rompió las negociaciones con el PP en la Comunidad de Madrid –y, no nos engañemos, después de la presidencia del Gobierno, la de la Comunidad madrileña es el puesto más importante y determinante en el mapa político español, por lo que de contrapeso podría tener frente a un PSOE completamente demenciado y ayuno de sentido de Estado- porque no estaban de acuerdo con el reparto de sillones en el Ayuntamiento; Ciudadanos comenzaba a no descartar una repetición electoral, quizá sin darse cuenta de que el electorado podría hacer recaer sobre ellos una cuota importante de culpa.
Mientras, al día siguiente, los cabeza de lista del PP y Vox se reunieron en secreto (siempre me ha hecho gracia ese modismo del lenguaje periodístico: si se reúnen en secreto, ¿cómo es que se sabe públicamente? Sería mejor decir en privado) durante más de tres horas sin acabar de cerrar un acuerdo de reparto de poder municipal.
Y mientras, el tiempo pasa…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: