martes, 18 de junio de 2019

Unos por otros y la casa sin barrer

Los líos postelectorales entre los tres partidos de la derecha española –me refiero, naturalmente, a los tres que han obtenido representación en la generalidad de las instituciones representativas españolas: de izquierda a derecha, Ciudadanos, Partido Popular y Vox- parece que van a darme materia para diversas entregas de este blog.
Haría el chiste fácil de decir que diversas y divertidas, pero la verdad es que la cosa parece no tener demasiada gracia. Entre los (aparentes) remilgos de los naranjas a aparecer en la misma foto (o a sentarse en la misma mesa) que los de Abascal y compañía, y el lógico rechazo de éstos a aparecer como los tontos útiles de aquéllos (puesto que son pocas las plazas en que naranjitos y populares se bastan para alcanzar la mayoría absoluta), se corre el riesgo de que la izquierda (¡y qué izquierda, esta izquierda!) ocupe parcelas de poder.
Y, en medio, el PP intentando templar gaitas y que unos no se sientan demasiado escorados a la derecha y otros ninguneados. Al final, el que intenta contentar a todos no contenta a ninguno: el PP ofrece a Vox cargos intermedios en la administración municipal madrileña para contentar a Ciudadanos, que no quiere verlos en el ejecutivo municipal ni en pintura; y Vox rechaza juntas de distrito y advierte que habrá comunidades que no se constituirán como preveían.
De lo que no parecen darse cuenta los del partido pomelo es que los votantes que afluyeron por su derecha jamás (pero jamás, jamás) les perdonarán que por acción u omisión propicien que suciolistos, neocom o una mezcla de ambos alcance cuotas de poder.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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