De boquilla, el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer es un gran defensor de lo público: la educación pública, la sanidad pública, la empresa pública, el empleo público… De boquilla, como digo.
Porque, llegado el caso, se tiran sin dudarlo
a lo privado… eso sí, en general pagándolo con fondos públicos: educación
privada para los hijos, sanidad privada para ellos y sus familiares…
Otra cosa que propugnan es la transparencia,
el hacer todo con luz y taquígrafos. Porque fue llegar al poder y pasar del aquí
se cuenta todo al hay que tener discreción y dejar trabajar en menos
que canta un gallo.
Y así, el ninistro Óscar López -ese
que, en relación con la presidencia de la comunidad autónoma de Madrid, no
tiene éxito ni al oposicionar ni al opositar- se niega a desvelar el gasto de las revisiones médicas de su personal en clínicas privadas.
Suponiendo que no haya nada que ocultar… ¿por qué lo ocultan, entonces?
P.D.: No os extrañéis de la imagen de abajo: es lo que me devolvió Grok cuando le pedí una imagen que reflejara el refrán que da título a esta entrada.
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