Como
ya he dicho varias veces, cualquier alocución de Junior es un mitin, un sermón laico cargado de soflamas incediarias
(sí, lo sé, es fácil hacer un juego de palabras entre flama e incendio).
Así
ocurrió en las jornadas que precedieron a la votación de investidura de Mariano
Rajoy, cuando el líder neocom habló
de los potenciales delincuentes de la
cámara. Fue frenado por la presidente del Congreso, lo cual fue una verdadera
lástima…
…porque
en la Cámara Baja, además de delincuentes potenciales, los hay convictos y
confesos. En sus propias filas y en las de aquellos con los que tan alegremente
marcha del brazo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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