Realmente,
no sé qué ocurrirá en las elecciones que hoy se celebran en EE.UU. De hecho, si
fuera ciudadano estadounidense, no sabría a quien votar. Por ideología, lo más
probable es que fuera republicano, pero es que Trump da miedo. Y en cuanto a
Hillary, no reniego de lo que dije hace ocho años acerca de que la consideraba
una candidata sobradamente preparada para el puesto. Lo que ocurre es que ha
dado muestras de tener tan pocos escrúpulos morales como su marido, amén de ser
infinitamente más inteligente que el bribón de William Jefferson Clinton.
Volviendo
al chiste, los hados se han conjurado para que el millonario que se casa con
modelos –todas de la misma edad al casarse, más o menos (vale, me estoy
columpiando), aunque él siga envejeciendo- sea el próximo ocupante del Despacho
Oval. ¿Por qué?
Pues
porque al igual que Rodríguez gafaba con su apoyo a cualquier candidato, de
Segoléne Royal a Gerhard Schroeder, a la mamá de Chelsea la apoyan otros dos
cenizos comprobados: Pdr Snchz, que
además se ha ido a la capital del país para apoyar
a Hillary, y Mikel Iseta (como le
llaman los cursis en los informativos), que en uno de sus arranques
histriónicos (el maricatalufo es lo que tiene) ha apoyado a la candidata demócrata.
Teniendo
en cuenta que el ambiguo (es un decir, de ambiguo nada) bailarín ya apoyó al
otro cenizo, más le vale a Hillary Rodham irse volviendo a su fundación…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
...y que Dios nos pille confesados.
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