Con
tener muchos defectos, uno de los que más me molesta en la izquierda española
es, por decirlo perifrásticamente, su falta de urbanidad. O, por decirlo en román
paladino, que son una panda de maleducados.
Muestra
de esa falta de cortesía es la manía de llamar ciudadano Borbón al Jefe de Estado, o de ir sin corbata a actos
oficiales, o de andar por el Congreso en sahariana con los faldones por fuera
del pantalón (de esto último puedo dar fe). O de montar numeritos en la sede de
la soberanía nacional pidiendo la libertad para un preso, sólo porque ese preso
es de su cuerda. O de negarse a saludar al Rey y de atender al desfile militar
en los actos de apertura de la legislatura. O de colgar una bandera republicana tricolor en el escaño mientras Su Majestad el Rey se dirige a las Cortes. Por mucho
que luego diga la presidente del Congreso que a Junior le disgustó semejante exhibición, eso no sé lo cree ni él…
ni ella.
Y en
cuanto a que justifiquen su plante al Rey diciendo que ellos no están allí por ser hijos de nadie, en eso les doy la razón: están allí a pesar de ser
unos hijos de mil padres.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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