Que
los secesionistas catalanes son tan españoles como el que más lo demuestra el
hecho incuestionable de que, a pesar de llevar algo más de un siglo con la
matraca, y cerca de medio lavando la cabeza a la gente, y a pesar de la
igualmente hispana infinita torpeza y complacencia de los sucesivos gobiernos
de España, todavía no hayan alcanzado sus sedicentes objetivos sediciosos. Es
decir, que son tan torpes como cualquier compatriota de Sanjenjo, Lebrija o
Mahón.
Como
muestra está la reunión que montó Cocomocho
la víspera de Nochebuena para establecer (otra vez) la hoja de ruta hacia la independencia. Dejando aparte que en los
rostros de los comparecientes el entusiasmo brillaba por su ausencia (no hay
más que ver las fotos de grupo), ¿a quién se le ocurre invitar a asistir a una prima donna como la alcaldesa de
Barcelona, una oportunista sin oficio, beneficio ni convicciones más allá de
barrer para donde más le convenga? De hecho, fue la bruja piruja la que reventó la reunión, oponiéndose a la
celebración de un referéndum unilateral, como pretendían (y siguen
pretendiendo, a tenor de sus declaraciones) los mascarones de proa de la deriva
secesionista.
Al
menos, un pequeño éxito sin que han conseguido estos necionanistas. Llevan años buscando una repercusión internacional
de su proceso, y ya consiguen que se
les mencione en una publicación de una cierta fama y solvencia. En efecto, el
periódico The Economist se ha hecho
eco de sus aspiraciones… para compararles con los brexiters. Dice la citada publicación que En vez de a Bruselas acusan a Madrid de robar y dicen que la separación
será fácil y rápida.
Dejando
aparte que llevan lustros diciendo que la cosa será rápida, no estoy yo completamente convencido de que ésta fuera la repercusión que pretendían conseguir…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario