Ante
las sucesivas ocurrencias de la alcaldesa de Madrid, uno ya no sabe si echarse
a reír o temblar anticipando cuál será la próxima. Una de las más recientes ha
sido alentar la propuesta de plantar jardines en los techos de los autobuses de
la EMT, cada uno de los cuales saldría por la bonita cifra de dos mil
quinientos euros.
Además
de calificar los proyectos de ideas inteligentes,
bellas y nuevas, Carmena ha dado a los proyectos su apoyo inicial total (una vaguedad en la línea de nada menos que una cantidad muy importante)
y ha declarado que va a hacer todo lo que esté en su mano para ponerlos en
marcha.
Lo
malo es que su mano está en los bolsillos de los madrileños, de donde pretende
sacar más dinero para despilfarrarlo en chorradas como ésta, sólo comparable a
la de meter rebaños de ovejas en la Casa de Campo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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