Compré
este volumen porque aparecía en la misma página que El anciano y porque además el autor de esta última había escrito
uno de los relatos incluidos en esta antología. Antología de nivel desigual,
pero que podría resumirse en que los autores demuestran más entusiasmo que talento,
y más talento que técnica literaria. La redacción y la ortografía, en especial,
son manifiestamente mejorables en la gran mayoría de los casos, y el gusto por
lo truculento e incluso por lo directamente gore
resulta a veces desagradable.
En
cuanto a la temática de los relatos, la tecnología opera en muchos casos como
un mero Macguffin, y más que como
historias de terror las calificaría como pornotecnothrillers
(sí, ya sabemos que desde Drácula, o
incluso más veladamente desde Frankenstein,
terror y erotismo van de la mano). Hubo
una época en mi vida (hace treinta o cuarenta años) en los que el género del
terror, en cualquiera de sus vertientes –tebeos, novelas, películas- no me
atraía en lo más mínimo; es más, incluso recuerdo una historieta que perturbó
mis sueños durante una buena temporada.
Supongo
que todo eso cambió con la lectura de It,
de Stephen King. A partir de ahí empecé a leer más obras de este autor –hasta
leer prácticamente todo lo que ha sido publicado en España- y de otros (aunque
no demasiados), llegando a apreciar la calidad de su literatura en lo que a
crear un clima asfixiante se refiere (Cujo
sería el epítome de lo que digo). Este gusto por el género de terror se
circunscribe a la novela, porque las películas de terror no me atraen
especialmente, y lo mismo puede decirse de las historietas.
En
resumen (o en conclusión, aunque lo que vaya a decir no resuma demasiado lo
precedente, ni tampoco lo concluya), que daría un aprobado raspado a la
antología, y más por el entusiasmo que destilan los autores (aunque algunos
destaquen bastante sobre el resto) que por otra cosa.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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