lunes, 4 de junio de 2018

No se puede engañar a todos siempre

Hasta este fin de semana, José Luis Rodríguez Zapatero había sido el presidente del Gobierno español más calamitoso y de menor talla intelectual y humana. Me estoy refiriendo a la persona, pero igualmente sería aplicable a los sucesivos consejos de ministros que encabezó, donde el que no era malo era tonto de capirote y, en algunos casos, ambas cosas a la vez.
Como circula por ahí en una frase atribuida a Pérez Reverte, la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa va a hacer que a su lado, el circunflejo parezca Churchill. El británico tampoco es que fuera para tanto pero, al igual que Adolfo Suárez, estuvo en el lugar adecuado en el momento justo para producir el resultado favorable: en cualquier otra circunstancia (y la ejecutoria del descendiente de Mambrú en tiempos de paz creo que así lo demuestra) habrían resultado unos líderes normalitos. Lo cual no quita para que admire profundamente a sir Winston.
Pero volvamos al tema. En Venezuela, el antiguo conductor de autocar acaba de celebrar un simulacro de elecciones que han sido objeto de vilipendio dentro y fuera del país. zETAp, sin embargo, sigue mostrando su respaldo al orondo dictadorzuelo bolivariano, lo que no le está acarreando precisamente las simpatías del pueblo venezolano, que le abuchea y le suelta las del barquero: Si le gusta el comunismo por qué no va a ponerlo allá en España, ¡alcahuete!
Se puede decir más alto, pero no más claro…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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