Los
izquierdistas –más aún los comunistas- muestran un respeto, una adhesión a su
ideología que ya quisieran para sí los fundamentalistas pasados o presentes de
cualquiera de las confesiones religiosas que en el mundo han sido. Cuando sus
postulados se estrellan contra la realidad o el pragmatismo, los mantienen
contra viento y marea, pese a quien pese… especialmente a los demás.
Las
desaladoras no eran prácticas, ni rentables, ni la mejor solución, pero el Rodrigato las impulsó a pesar de ello. Las
llamadas energías renovables (quizá inagotables o perpetuas sería un calificativo más ajustado a la realidad) no son
actualmente una alternativa viable a la energía nuclear, pero los gobiernos retroprogres (o maricomplejines, que tanto da) las promueven sin que les importe
que se encarezca la factura de la luz.
Ahora,
el gobierno municipal neocom de
Madrid, ha decidido que transformará la autovía A-5 (la llamada carretera de Extremadura), en lo que de
ellos dependa, en una calle, con limitación de velocidad a cincuenta kilómetros
por hora, semáforos y un carril para autobuses, autocares y vehículos de alta
ocupación. Tanto les da –reconocen y admiten el dato que voy a dar- que las
retenciones aumentarán a más del triple de las actuales.
Total,
ellos viajan en coche oficial…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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