Hace
algún tiempo saltó a los medios el escándalo de que una cierta oenegé, cuyo
nombre no mencionaré, anduvo metida en algún pufo, que no recuerdo del todo
bien (aunque puede que fuera económico, o no) en un país asolado (que quizá
fuera Haiti).
Ahora
ha soltado a los medios un escándalo sobre otra oenegé, Médicos sin fronteras. Aparentemente,
se produjeron casos de sexo a cambio de medicación durante la crisis del ébola.
El que el artículo hable sobre prostitutas, o no, no viene al caso para este
asunto: será o no condenable, pero no es delito (al menos, no en España, no
todavía) el irse de putas (o que las putas vengan, tanto da que da lo mismo).
La
respuesta de la organización ha sido que que no ha encontrado pruebas que
respalden las denuncias debido a la falta
de detalles. El problema, sin embargo, no me parece que sea que las
denuncias sean o no falsas… sino que las acusaciones resultan verosímiles. Que la
organización las considera verosímiles también se desprende de sus palabras: lamenta
que se hayan producido casos de acoso,
abuso o maltrato en la organización o el que las víctimas de estos comportamientos hayan sentido que sus quejas no
se trataron de la forma adecuada.
Es
decir: no contestan pero qué cosas decís,
sino si hubiera ocurrido, lo sentimos
mucho.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario