Yo
tengo una gran ventaja sobre la mayoría de los políticos que hay en España:
nunca me he metido en política, no tengo intención de hacerlo y es dudoso que
alguien me meta en ella. Por lo tanto, todas las opiniones que expreso, más
allá de que alguien pueda pensar que soy un facha (o que me quedo corto, que de
todo hay en la viña del señor), no tienen más consecuencia práctica que
servirme de desahogo.
Claro,
que probablemente lo mismo podría decirse de Mínimo Huerta: nadie esperaba en la vida que llegara a ministro, y
lo hizo. Duró sólo una semana, es verdad, pero en ese breve lapso de tiempo
todos nos hartamos de conocer las opiniones que había expresado en el pasado.
En
cambio, no es este el caso de la actual titular de la cartera de Sanidad, que
lleva en política unos cuantos años y que, estando ya en política –era nosequé
en el organigrama socialista- hizo unas declaraciones que no se compadecen con
el supuesto progresismo que debe acompañar a todo suciolisto que se precie.
Por
lo que cuenta el afectado, la hoy ministro de Sanidad negó a los homosexuales
varones (pero no a las lesbianas) la capacidad de que pudieran tener un hijo
sólo por el hecho de que no tenían útero, Cuando el interesado (literalmente)
le dijo que los derechos sexuales y reproductivos (sic) no pueden ser
discriminados en función del sexo u orientación sexual, la contestación de la
hoy ministra fue tajante: ¡No vas a
comparar! Las mujeres tenemos útero, los hombres no.
De
donde se deducen dos cosas: los hombres y las mujeres no son iguales… y hasta los progres lo saben.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario