jueves, 25 de octubre de 2018

El Gobierno yenka

La yenka era un baile cuyo ritmo era, marcado por la letra, “izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, un, dos, tres”. Es decir, quien la practica no para de moverse, pero acaba siempre en el mismo sitio.
Algo parecido le ocurre a este Gobierno que padecemos los españoles, que no hace más que emitir declaraciones y rectificaciones sin solución de continuidad. Además de poner el tafanario en pompa para ser sodomizado por comunistas, separatistas y golpistas, prácticamente no hacen otra cosa.
Tomemos el caso de la (todavía, y hace un mes que saltó la noticia a los medios, como suele decirse) ministro de Justicia, Dolores Delgado. Salieron a la luz unas grabaciones en las que, en una comida con un ex juez condenado por prevaricar y un ex comisario imputado por revelación de secretos, pertenencia a organización criminal (dos veces), agresión y blanqueo de capitales, llamaba maricón a su entonces compañero de trabajo en la Audiencia Nacional y actualmente compañero de gabinete, Fernando Grande-Marlasca.
Primero dijo que no dimitiría, que el Gobierno la apoyaba y que no aludía a Marlasca al hablar de maricón. Luego rectificó y dijo que sí se refería a él, pero no por su condición sexual. Como excusa es el colmo: llamas maricón a un homosexual pero no te estás refiriendo a su condición, opción u orientación sexual.
Ya es casualidad... mira que no tiene palabras el español, que tuvo que ir a elegir precisamente ésa que, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, significa –siendo un adjetivo despectivo y malsonante que puede usarse como insulto- lo mismo que marica, palabra que admite cuatro significados (siendo los tres primeros despectivos y malsonantes), a saber: afeminado (que se parece a las mujeres); apocado, falto de coraje, pusilánime o medroso; homosexual (pudiendo usarse como insulto); y urraca (el ave).
La Federación Española de ABC…XYZ salió al quite y manifestó que era una conducta claramente homófoba y misógina y exigieron unas disculpas públicas. A día de hoy, que yo recuerde, no se ha producido dicha petición de disculpas (que entiendo que es lo que pedían: uno no se disculpa, sino que pide disculpas), pero sumando dos y dos (u homófobo y misógino) sale uno de los adjetivos preferidos de retroprogres y feminazis, el de heteropatriarcal.
Lo único palmariamente cierto en todo esto es lo que señalan fuentes del Gobierno: que sostendrán a la ministro (reprobada en sede parlamentaria) porque no se pueden permitir otra dimisión. Sería la tercera y, probablemente, la penúltima. Porque la última ya sabemos de quién sería.
La del dctr Pdr Snchz.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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