Para
que la derecha tenga opciones de obtener la victoria en España es conveniente
que se dé, al menos, una de las siguientes circunstancias (si se dan las dos,
es todavía mejor): que la izquierda concurra desunida (y, cuanto más parejas
sean las distintas partes de esa izquierda, mejor) y que los candidatos de la
izquierda sean conocidos.
En
las últimas elecciones municipales sólo se dio una de las circunstancias, a
saber, que la izquierda concurrió desunida y con fuerzas relativamente parejas.
Desgraciadamente, la derecha también concurrió desunida. Además, concurrían
muchos candidatos poco o nada conocidos –los neocom y los naranjitos-,
lo que hizo que esas nuevas opciones obtuvieran unos resultados muy por encima
de sus merecimientos (vale, es una opinión persona, pero ¡qué demonios!, el
blog es mío).
A
las próximas, y circunscribiéndonos a la capital de España, la izquierda
concurrirá de nuevo desunida, por más que doña
Rojelia haya lanzado cantos de sirena (de sirena arrugada, todo sea dicho)
para montar una plataforma de izquierdas. Pero ni comunistas ni socialistas
están por la labor, así que, con un poco de suerte, habrá tres candidaturas de
izquierdas y no dos.
Por
otro lado, ya conocemos a los socialistas, ya sabemos cómo se las gastan (las
pelas de los demás, entre otras cosas) los neocom
y sabemos que la alcaldesa en ejercicio es tan inútil como la víbora con
cataratas pero mucho menos graciosa. Así que, con un poco de suerte, será la
derecha la que vuelva a gobernar en la Villa y Corte, si peperos y ciudadanos tienen
algo de altura de miras.
Y
así, los comunistas volverán a la oposición, de donde nunca debieron salir. Porque
el único comunista bueno es el que no cata poder.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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