En la etapa final del gonzalato, cuando el hedor de la corrupción era imposible de ignorar, desde el partido de la mano y el capullo se defendían diciendo que se trataba, no de una trama, sino de casos aislados. Decenas, cientos, miríadas… pero aislados.
Ahora, la podredumbre inherente al partido
fundado por Paulino Iglesias vuelve a perfumar la vida política
española. Y como las ratas son seres cobardes que cantan como un canario cuando
ven, por un lado, aproximarse la amenaza de una temporada a la sombra, y, por
el otro, la posibilidad de librarse si delatan a sus compinches, se ha sabido
que Santos Cerdán confirmó ante el juez la mediación de José Blanco en los nombramientos de cargos vinculados a la trama. Pepiño, el que parecía
tonto y del que nunca creímos que podría ser tan corruto como los demás.
Yerran, por tanto, los que hablan de otro PSOE. Nunca lo ha habido, jamás lo habrá.
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