jueves, 31 de diciembre de 2015

Campana y se acabó

Una vez más, hemos llegado al final del año. Una vez más, toca hacer un somero balance de lo que han supuesto los últimos trescientos sesenta y cinco días (el año que viene serán trescientos sesenta y seis) para el blog.
De momento, he logrado mantener otro año la cadencia de publicar al menos una entrada al día. Más que eso, he vuelto a batir la marca de entradas por año, llegando a unas redondas cuatrocientas cincuenta. Francamente, no creo que sea capaz de mejorar la cosa mucho más, salvo que de modo regular empiece a publicar dos entradas por día… lo que de momento no preveo factible.
En parte, he conseguido esa marca por estar pegado a la actualidad en ciertos temas, singularmente el del lío en Cataluña con el movimiento secesionista. En parte, porque he logrado retomar (muy esporádicamente, es cierto) las series dedicadas a las citas literarias y cinematográficas. He logrado también empezar la lista de reseñas de libros (por el final), aunque sigue pendiente la dedicada al uso que hago en mi vida particular de las tengwar.
Finalmente, el blog ha ganado lectores. No es que fuera muy difícil, ya que en general sólo me leía yo, pero está bien saber que alguien te lee y que disfruta con lo que escribes y con cómo lo escribes. Espero que el número aumente en el año que comienza dentro de poco.
Y, como siempre…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

¡¡¡FELIZ 2.016!!!

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