lunes, 28 de diciembre de 2015

La Doctrina Mafalda aplicada a la oratoria

Desde hace unos años sigo con atención el mensaje navideño de Su Majestad el Rey, antes Juan Carlos I y ahora Felipe VI. Antes también lo oía, pero no lo escuchaba. Como quien oye llover, vamos.
El de este año me ha gustado. Me parece que el Jefe del Estado ha dicho unas cuantas cosas, bastante importantes y bastante claras. No voy a analizarlas, eso lo hace gente mucho más preparada que yo en semejantes menesteres. Lo que sí voy a hacer es hablar de las reacciones al mismo.
Particularmente, de las negativas, que han procedido de la extrema izquierda (paleocom y neocom, estos últimos, como siempre, creyéndose el centro del universo) y de los necionanismos vasco y catalán. En cuanto a estos últimos, se han dado por aludidos; por una vez, han acertado, porque la cosa iba específicamente con ellos. Su reacción, ver la (imaginaria) paja en el ojo ajeno mientras obvian la enorme viga en los suyos.
Vamos, que el Rey lo ha clavado. Bien por él. España todavía tiene esperanzas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA EL REY!!!

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