lunes, 4 de abril de 2016

La nueva casta

Los neocom llegaron al poder a lomos de su defensa de los intereses de la gente. Casi todos interpretamos que esos intereses que decían defender eran los de las personas normales y corrientes, la clase trabajadora, como le gusta decir a los izquierdistas de toda ralea. Nos equivocábamos.
La gente cuyos intereses se han esforzado en defender son ellos mismos, sus familiares, allegados, amiguetes y correligionarios, a los que se han dedicado a colocar en todos los puestos habidos y por haber, tuvieran o no la cualificación necesaria (y, no nos engañemos, lo más frecuente es que no la tengan ni por asomo). Y cuando eran gente sin oficio ni beneficio, han sido los propios políticos los que se dedican a darse la gran vidorra, ya sea cargando la gomina a los presupuestos municipales o viajando en una caravana de coches oficiales venga o no venga a cuento.
Y como los trabajadores del Metro –ese que no pisa- convocaron una huelga durante el Mobile World Congress, la bruja Piruja desveló el sueldo de esos trabajadores. De lo más progre, vamos.


¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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