Descubrí
la opera prima de Ernest Cline, creo,
en el comentario que hicieron en Microsiervos.
Me creí lo que decían y compré el libro. No me arrepentí: es la novela de
frikis, por frikis y para frikis definitiva. Para toda la gente que vivimos la
adolescencia en los ochenta y que recordamos esa época con una cierta
nostalgia, esta novela es un compendio de todas las cosas que nos gustaron… y
de algunas otras que ni siquiera sabíamos que existían.
La
novela transcurre más o menos bien hasta que el protagonista decide pasar a la acción e infiltrarse en la
base enemiga. Esas páginas son, sin duda, lo mejor de todo. Luego la cosa mejora
cuando los personajes principales (de los buenos,
se entiende) llegan a la mansión de Og, que viene a ser lo que todo friki se
construiría de tener la pasta suficiente.
Por criticar
algo, el final es un poco rápido y un tanto decepcionante, aunque antes hay
unas cuantas sorpresas; básicamente, las personalidades reales de los personajes, en algunos casos bastante diferentes de
sus avatares…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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