viernes, 27 de enero de 2017

Hacienda somos todos... todos

Hace un par de semanas se celebró la reunión de los presidentes autonómicos con el del Gobierno de España al objeto de empezar a tratar la modificación del sistema de financiación autonómica. No voy a entrar (directamente) en el hecho de que a dicha reunión no asistieran los representantes de Vascongadas y Cataluña. Lo que no me parece de recibo es que, además del hecho de que no todas las comunidades autónomas tengan el mismo sistema de financiación (ahí está el llamado cupo vasco, una especie de privilegio medievaloide que carece de sentido en pleno siglo XXI), cada pocos años se esté reformando ese sistema. Pase que, cuando cambien las circunstancias, haya que hacerle retoques, pero eso de cambiar las reglas de juego cada dos por tres es un carajal.
En esa reunión, Rajoy advirtió a las comunidades que la recaudación está veinte mil millones de euros por debajo de 2.007. De ese modo, implícitamente, desautorizaba a su ministro de Hacienda y a la propia política impositiva de su gobierno, basada en subir los impuestos: ha quedado claro que con semejantes medidas no se consiguen aumentar los ingresos públicos. Para paliar el déficit, por lo tanto, habría que reducir los gastos, aro por el que no está dispuesto a pasar ningún gobernante, a lo que parece.
Al menos, una cosa buena salió de la reunión, y es que se dejó claro que, aunque no participara en la toma de decisiones, lo que saliera de allí afectaría también a Cataluña. Cosa lógica y natural por otra parte, puesto que no vamos a andar haciendo especialidades por aquí y por allá. Como he dicho, de hecho, deberían desaparecer todas y regirnos todos por el mismo régimen.
Cosa distinta es lo que pretende Andalucía, que quiere que Madrid suba impuestos para financiar su despilfarro. La armonización fiscal que pide Díaz pretende frenar la fuga de contribuyentes y que Madrid recaude más para que Andalucía no tenga que recortar. Pero si los contribuyentes se fugan no es porque Madrid haga dumping, como dicen al Sur de Despeñaperros, sino porque en las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE (con el apoyo en general de los neocom, no lo olvidemos) se dedican, como buenos izquierdistas, a asfixiar a los contribuyentes: es decir, que buscan redistribuir la riqueza haciendo que los ricos sean más pobres, no que los pobres sean más ricos.
Algo en lo que, como he dicho, coinciden con el actual gobierno de España, teóricamente de derechas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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