martes, 17 de enero de 2017

Seamos exigentes

La izquierda española siempre ha mostrado comprensión por los crímenes de los terroristas vascos, incluso en los casos en los que las víctimas pertenecían a sus propias formaciones políticas. Ha sido con gobiernos socialistas –salvo la excarcelación masiva de etarras perpetrada tras la anulación de la doctrina Parot- cuando mayores concesiones se ha hecho a la banda del hacha y la serpiente.
Ahora que la izquierda no gobierna en el conjunto de España (aunque sí en comunidades autónomas y en municipios, los socialistas apoyando a los neocom y los neocom a los socialistas, y unos y otros sin hacer ascos a la asociación con los filoetarras), siguen mostrando su bajeza moral. Tan pronto dicen que el Gobierno debería acercar los presos etarras a Vascongadas como el panfleto digital de ultraizquierda llama refugiados (escondidos sería más ajustado) a los terroristas huidos a Uruguay en la época del GAL; tan pronto dicen que ya no hay excusas para defender todos los derechos para todas las personas, llamando a llenar las calles de Bilbao en la manifestación por los asesinos encarcelados, como exigen un trato humanitario conforme a los más exigentes estándares internacionales.
Los más exigentes estándares internacionales dicen que con terroristas no se negocia (EE.UU.), y que a los terroristas primero se les dispara y luego, si acaso, se les pregunta (Reino Unido y Rusia). Eso es exigencia, y lo demás son pamplinas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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