viernes, 12 de mayo de 2017

No hay nada que hacer

A veces, la asunción de la impotencia para solucionar una cuestión se expresa de manera directa. Otras, en cambio, se hace de modo elíptico, oblicuo, o sugiriendo una solución que, a buen seguro, no llevará a ninguna parte.
Este es, me parece, el caso de la esposa de Yon Goicoechea, un preso venezolano. Tras escuchar el calvario de la afligida cónyuge, el ministro español de Asuntos exteriores le dijo que la vía más efectiva para obtener resultados era Zapatero.
Si esa es la más efectiva, no quiero ni pensar en cómo serán las demás…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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