viernes, 26 de mayo de 2017

Sonó la flauta por casualidad

Leo que José Guardiola, en mi opinión el entrenador más sobrevalorado del fútbol actual, ha dicho lo siguiente: En un gran equipo ya me habrían despedido.
Mi primera reacción al leer el titular (hasta que diga lo contrario, todo lo que escribo en esta entrada lo hago sin leer la noticia) fue que el meacolonia ya estaba dando otra muestra de su soberbia, esa que tan mal disimula. Ningún entrenador dirá, implícita o explícitamente, que el club que le paga su salario no es un gran equipo. Podrá decir, sí, que su equipo es un equipo modesto o humilde, y lo podrá decir con sinceridad o con falsa modestia (sería el caso del Cholo Simeone si dijera que el Atlético de Madrid es un club modesto: en Madrid serán modestos el Rayo, el Leganés o el Getafe, pero no el club de –hasta dentro de poco ya- la ribera del Manzanares); pero nunca dará a entender, repito, que su equipo no es grande (ni siquiera aunque no lo sea). Y menos una entidad con el presupuesto que maneja el Manchester City, las figuras que tiene en su plantilla y las aspiraciones al comienzo de temporada (ganarlo todo).
Mi segunda reacción, tomada diez días después de incluir el titular entre los elegidos para escribir una entrada y, como quien dice, diez minutos antes de ponerme a escribirla, fue que el calvo melifluo, por una vez, ha dicho algo que concuerda con la realidad: el Manchester City no es un gran equipo, entendiendo que con equipo se quiere decir club o entidad. Quizá lo sea en unos años, cuando se haya labrado un palmarés que merezca un cierto respeto. Como, por ejemplo, el Chelsea, al que el chorro de millones de Abramovich no convirtió, de repente, eun un gran equipo.
Dicho lo cual, leí la noticia… y vi que debajo del titular decía que El técnico del Manchester City cree que su equipo aún no es un club tan importante como Bayern o Barcelona. Aunque en el cuerpo de la noticia en sí el secesionista dopado no dijera eso… explícitamente.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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