Al principio, la estructura de esta novela me desconcertó un poco. No veía el por qué de presentar a unos personajes que no volvían a aparecer… o esa era la impresión. Conforme avanza la trama, te das cuenta de que todo pivota alrededor de Hazram Namir, un personaje al parecer desesperado (esa es mi impresión) por encajar en algún grupo, el que sea, que le de una sensación de pertenencia.
Basada
en el videojuego del mismo nombre, la novela se aleja del primer plano que
suponen las películas, para contarnos qué es lo que pasa a nivel del suelo, las
batallas reales libradas por soldados que luchan y mueren. En cierto
modo, adopta el mismo enfoque que la serie de Las Guerras Clon, sólo que
aquí no hay ni un solo usuario de la Fuerza.
Los
personajes principales de la saga apenas aparecen, y cuando lo hacen es en Hoth,
en los sucesos que coinciden con el comienzo de El Imperio contraataca:
Darth Vader comanda las fuerzas imperiales, la princesa Leia participa en los
debates (aunque no se la ve) y Han Solo quizá sea ese capitán de una
nave mercante con el que Namir entabla conversación.
Luego está Everi Chalis, un personaje aparentemente amoral que hace lo que considera necesario para sobrevivir… o eso parece. Al servicio del Imperio, pasa a aconsejar a la Rebelión cuando éste es el único modo de medrar, pero les abandona cuando el seguir con ellos ya no les aporta nada.
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