Suelo
referirme a los partidos políticos separatistas que hay en algunas regiones del
Norte de España (y, más en concreto, en Cataluña) con el epíteto de necionanistas. No sólo por la similitud
fonética, que también, sino porque el juego de palabras los define
profundamente. Por un lado, son gente bastante corta de luces, aunque tiendan a
creerse el colmo de la astucia; por otra, no miran más que su propio ombligo,
creyéndose el centro del universo (aunque el onanismo, en puridad, no haga
referencia a la masturbación, sino al llamado coitus interruptus).
A lo
que iba: no sólo hacen las mayores tonterías del mundo, sino que lo hacen
convencidos de que tienen razón y que el mundo entero les entenderá. Así ha
ocurrido con el anuncio del partido de vuelta de los cuartos de final de la
Copa de Su Majestad el Rey de fútbol, entre el Fütbol Club Barcelona y el
Athlétic de Bilbao. Los culerdos
anunciaron en su página web que jugaría a las nueve de la noche hora catalana, aunque luego lo cambiaron
por hora local. Da la casualidad de
que esa hora coincide con la del resto de los territorios de España,
archipiélago canario excluido, y con la de gran parte de Europa Occidental. Por
lo tanto, podrían haber dicho hora
catalanoaragonesa, hora de
Casteldefells, hora de Les Corts
u hora del Camp Nou. Tanto habría
dado que habría dado lo mismo, en cualquiera de los casos habría sido una
muestra más de ese ombliguismo infantil que les caracteriza.
Y luego
van diciendo por ahí que no hay que politizar el fútbol…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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