No
cabe calificar de otro modo el aumento que tanto de las pensiones como del salario mínimo interprofesional aprobó el Gobierno en funciones antes del final
del año pasado. Porque aumentar un cuarto de punto las primeras y seis euros el
segundo sólo podría justificarse apelando a que la situación económica, aun
habiendo mejorado (cosa fácil, por otra parte, teniendo en cuenta de dónde
veníamos), todavía no alcanza a ser del todo buena; o que la inflación,
precisamente por la crisis, ya no es la que era, y por lo tanto la pérdida de
poder adquisitivo de unos y otros no sería tan grave como podría pensarse.
Como
se ve, empleo este blog como un modo de adelantarme a las críticas que aquellos
que mantienen ideas políticas (y hasta económicas) contrarias a las mías
podrían plantear (cosa rara, no he visto ni oído ningún comentario al respecto
de estas medidas, lo que me ha extrañado profundamente), y al tiempo intento
proporcionar argumentos dialécticos a aquellos (pocos, de momento, al menos que
yo sepa) que me leen.
Aunque
es bastante difícil convencer de algo a quien está enrocado en sus ideas. Si lo
sabré yo… y sí, hablo de mí.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario