jueves, 28 de enero de 2016

Superioridad inmoral de la izquierda

Alfonso Guerra dijo en su día que los socialistas pueden meter la pata, pero nunca meter la mano. Alberto Garzón, hace menos tiempo, vino a decir que alguien de izquierdas es genéticamente incapaz de corromperse.
No voy a llegar tan lejos, pero los tejemanejes parlamentarios de los grupos de extrema izquierda producen vergüenza ajena (ya que ellos, como buenos sinvergüenzas, parecen carecer de ese sentimiento), dedicándose a mercadear diputados a través de las redes sociales.
Así, los paleocom solicitaron formar un grupo técnico, no político, con Bildu y ERC, mientras Bescansa (ignoro qué opinión tenía su bebé sobre el particular) proponía ayudar a Garzón, quizá en nombre de una solidaridad ideológica. La cosa consistía en que paleocom, p-etarras y republicanos de izquierda se integraban en el mismo grupo durante cuarenta y ocho horas. A cambio, recibirían dos millones de euros, bonita cantidad que no gana todo el mundo a lo largo de su vida laboral completa.
Afortunadamente, y ante la sorpresa del presidente de la cámara (problemas de poner a un indocumentado como tercera autoridad del Estado: se sorprende de las cosas que establece el ordenamiento jurídico), la Mesa del Congreso tumbó semejante pretensión por fraude de Ley: paleocom y terroristas pasan al grupo Mixto, y los primeros se quedan sin los 2 millones de euros de subvención.
Uno no sabe qué son más, si bribones o tontos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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