domingo, 18 de febrero de 2018

Átame esa mosca por el rabo


La matraca de las feminazis, empeñadas en ver todo desde una óptica feminista o, a contrario sensu, antimachista, lleva a situaciones y planteamientos que (me) resultan francamente ridículos.
Eso pensé cuando leí la noticia de la convocatoria de una huelga feminista para subvertir el orden y el discurso heteropatriarcal, racista y neoliberal. Porque vamos a ver cómo se plantea eso:
  • Si es una huelga feminista, parece implicar que sólo harán huelga las mujeres. Los varones, por el contrario, irían a trabajar, con lo que el éxito máximo de la huelga no superaría, grosso modo, el cincuenta por ciento.
  • Si va contra el discurso heteropatriarcal asumo, por decir algo, que sólo harán huelga las hijas, pero no las madres. Desconozco la proporción, pero vamos a suponer que son mitad y mitad, aunque yo, por ejemplo, tengo cuatro sobrinas y ningún sobrino, mientras que somos tres hermanos y ninguna hermana… mejor no nos complicamos y volvemos a dividir por dos.
  • Si va contra el discurso racista, habrá que asumir que las blancas no irán a la huelga… aunque, en algunos casos, los negros (o los orientales) son tanto o más racistas que los supremacistas más recalcitrantes.
  • Si va contra el discurso neoliberal, sólo harán huelga las comunistas, de la vieja escuela y de la nueva.
Resumiendo, que sólo harán huelga Rita Maestripper e Irene Montera. Pero como, total, esas dos no dan un palo al agua, tampoco es que se vaya a notar demasiado, ¿verdad?

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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