El
problema de los retroprogres de todos
los países del mundo es que se empeñan en juzgar los hechos del pasado con
criterios del presente. Vamos, justo al revés que los fundamentalistas
musulmanes, que juzgan los hechos del presente con criterios del pasado. Pero a
lo que vamos.
En
San Francisco acaban de retirar, por racista,
una estatua sobre los orígenes españoles de la ciudad. Con independencia de que
los españoles estuvieran o no allí para enriquecerse, el hecho es que la urbe
de la bahía –toda California, de hecho- tiene un origen indudablemente español
(empezando por el nombre). Gustará o no a los nativos americanos (los indios de toda la vida), pero es así. Y, al
menos, tienen que agradecernos que les colonizásemos nosotros, y no los hijos
de la pérfida Albión, porque en tal caso no podrían disgustarse… ya que,
sencillamente, sus antepasados habrían sido masacrados y ellos no estarían aquí
(es decir, allí).
Y,
en esa línea, los neocom españoles
presentaron hace un mes al Congreso una propuesta para erigir un monumento a las víctimas de la esclavitud
hispánica, al tiempo que reclamaban que España pidiera perdón a lasvíctimas de los crímenes colonialistas. Semejante sarta de despropósitos
necesita unas cuantas matizaciones.
Para
empezar, si se levantara esa estatua habría que tener mucho cuidado, no sea que
vinieran las ínclitas razas ubérrimas a protestar porque el monumento resultara
racista. Además, al hablar de hispánica
incluyen a Portugal, y no sé yo (más bien sí lo sé: no) si los lusos están muy
dispuestos a hacer caso a esa panda de ilusos. Y si hablamos de crímenes
colonialistas, los supuestos cometidos por los españoles palidecen al lado de
los de los anglosajones, y no digamos de los belgas, mucho más graves en mucho
menos tiempo.
En
España ya no cabe un tonto más, cierto… pero cada vez más estúpidos se hacen
notar.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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