A
ojos de los políticos españoles de izquierdas, las parejas (en particular, y
los familiares) de los políticos de derechas son siempre unos inútiles
incapaces de conseguir ningún logro profesional por sus propios méritos, no
importa lo que diga su currículo. En cambio, sus propias parejas y familiares (de
los de izquierdas) son inevitablemente gente cualificadísima y preparadísima
(además de genéticamente honrados) que alcanzan sus logros merced a ellos
mismos y que sólo por casualidad son, además, pareja o familiar.
Así,
Ana Botella fue concejal, y luego alcaldesa, sólo porque era (y es) la esposa
de José María Aznar (a pesar de su carrera y de su oposición). Carmen Romero, en cambio, fue diputada sólo por sus
propios méritos, faltaría más. No voy a hablar de la calientacamas de Junior básicamente porque no se me ocurre otro caso de pareja de
políticos de derechas que pudiera contraponer.
Y
ahora tenemos el caso de Begoña Gómez, que ha fichado por el Instituto de Empresa en un cargo, supongo, pingüemente remunerado. Evidentemente, el que sea
la mujer del actual presidente del Gobierno de España no es más que una
fortuita casualidad en la que sólo malpensados como el que esto escribe podría
ver la verdadera razón del fichaje.
Que
no digo yo que la chica no valga, no lo sé. Pero que la hayan fichado a los
cinco minutos de que su marido se encarame a la poltrona… qué malas son las
casualidades, oye.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario