martes, 11 de septiembre de 2018

El misterio de las catedrales

Libro que pasa a ser de mi propiedad –comprado, regalado… encontrado-, libro que pongo en la lista de lecturas pendientes. Y antes o después, por riguroso orden cronológico (habitualmente) de adquisición, el libro pasa a ser leído. Sea cual sea el tema, la extensión o la calidad, acabaré leyendo ese libro.
Sólo eso explica que haya leído la obra maestra de la hermética en el siglo XX. Porque no solo es un tema que no me interesa en lo más mínimo, sino que también es un tema al que le doy el mismo rango de verosimilitud y validez científica que a la homeopatía (con la cual todo el mundo se mete sin motivo porque, al fin y al cabo, nunca le ha hecho nada a nadie) o a la astrología. O al socialismo, científico o del otro, ya puestos.
Y es que, además, el autor enlaca una sucesión de esto no lo cuento porque es sólo para iniciados, de vez es paz sólo que camuflado y de mercurio por aquí, mercurio por allá y ¡alehop!, ya tenemos la piedra filosofal. Que una revista presuntamente seria como Muy interesante regalara (es un decir: no recuerdo si fue así, pero apostaría que el precio ese mes fue más elevado) semejante basura no era sino un anticipo de la decadencia en la calidad de la publicación. Más páginas, más colorines… y más tonterías, también. La sigo comprando, pero por poco más que por costumbre…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: