Probablemente
sea el miedo a que les identifiquen con lo que los retroprogres llaman ultraderecha, pero lo que hicieron populares y pomelos en Baleares hace un par de semanas no tiene perdón de Dios.
Resulta
que Vox presentó una propuesta en la asamblea legislativa regional para tumbar
la inmersión lingüística (que, para más inri, es en catalán), y las dos
formaciones citadas no la apoyaron, sino que se abstuvieron.
Francamente,
renuncio a reproducir o comentar las razones que adujeron para hacerlo. El hecho
es que llevan tiempo clamando contra el ahogamiento lingüístico y cuando llega
el momento de hacer algo práctico, se ponen de perfil.
Y
luego les extrañará perder votos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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