sábado, 9 de enero de 2016

Alguacilando al alguacil

La UEFA prohíbe en sus partidos todo tipo de mensaje político. Los clubes que participan en sus competiciones conocen este extremo, o deberían conocerlo. Y respetarlo, aunque en algunos casos eso sea mucho pedir.
Uno de esos casos –el más significativo en la actualidad, probablemente- es el del Fútbol Club Barcelona. Uno de los clubes más politizados del continente, que ha hecho que algunos que admiramos su juego en la primera temporada en que fue entrenado por José Guardiola hayamos vuelto a desear que pierda, y cuantas más veces mejor, en una especie de versión balompédica de si es malo para el Farça, entonces es bueno.
Pensando que todo el monte es orégano, las peñas culerdas han trasladado sus proclamas secesionistas al ámbito internacional. Como en España sale gratis pitar al Rey, al Himno y a la bandera, habrán creído que más allá de los Pirineos también les iban a reír las gracias. Pero no: tras una advertencia, la UEFA ha abierto expediente al club rojiazul por la exhibición reiterada y contumaz de banderas estrelladas.
Ante esta decisión, la federación mundial (¿y por qué no universal, ya puestos?) de peñas del Barcelona ha presentado una demanda en un juzgado catalán alegando que la decisión de la UEFA conculca la libertad de expresión de los aficionados culerdos. Libertad de expresión que sólo suelen esgrimir en su favor, pero que cuando es ejercida contra ellos critican y califican de anticatalanismo.
Pues espero que se lleven una hostia (judicial) de las que no se las salta un gitano, ea. Dicho sea en el ejercicio de mi libertad de expresión, claro.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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