jueves, 7 de enero de 2016

Raquítico

No cabe calificar de otro modo el aumento que tanto de las pensiones como del salario mínimo interprofesional aprobó el Gobierno en funciones antes del final del año pasado. Porque aumentar un cuarto de punto las primeras y seis euros el segundo sólo podría justificarse apelando a que la situación económica, aun habiendo mejorado (cosa fácil, por otra parte, teniendo en cuenta de dónde veníamos), todavía no alcanza a ser del todo buena; o que la inflación, precisamente por la crisis, ya no es la que era, y por lo tanto la pérdida de poder adquisitivo de unos y otros no sería tan grave como podría pensarse.
Como se ve, empleo este blog como un modo de adelantarme a las críticas que aquellos que mantienen ideas políticas (y hasta económicas) contrarias a las mías podrían plantear (cosa rara, no he visto ni oído ningún comentario al respecto de estas medidas, lo que me ha extrañado profundamente), y al tiempo intento proporcionar argumentos dialécticos a aquellos (pocos, de momento, al menos que yo sepa) que me leen.
Aunque es bastante difícil convencer de algo a quien está enrocado en sus ideas. Si lo sabré yo… y sí, hablo de mí.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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