Si
los votantes españoles fueran inteligentes, cosa que dudo, aprenderían de lo
que está pasando en Grecia después de que los populistas de izquierdas
alcanzaran el poder. A pesar de haber tenido que someterse a los dictados de la
Unión Europea –qué remedio les quedaba, si querían seguir dentro… y es que fuera
hace mucho frío-, el cuarenta por ciento de las empresas griegas quiere abandonar el país heleno, huyendo de la alta fiscalidad, la asfixiante
regulación y la inseguridad jurídica generadas desde la llegada de Syriza al
poder.
Es algo
parecido a lo que ha ocurrido en Cataluña con la deriva secesionista, y lo que
algunas empresas –el Grupo Wanda, o los promotores de la Operación Chamartín- se están planteando hacer en la capital de
España, o han hecho ya, con el desgobierno sectario y profundamente inepto de doña Rojelia y sus podemitas.
Así que
ya sabemos: cuando las barbas de tu vecino veamos pelar, pongamos al coletas a esquilar (se).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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