sábado, 7 de mayo de 2016

Ni entre ellos se ponen de acuerdo

Viniendo de donde viene, no es de extrañar que el equipo de (des) gobierno del ayuntamiento de la Villa y Corte sienta algo más que simpatía por los que ocupan edificios, y que en la situación de que las fuerzas del orden les desalojen (a los que ocupan, no a los del ayuntamiento, aunque a éstos buena falta hace) sus simpatías estén con los delincuentes y no con la policía.
Así ha ocurrido en el caso de La morada (que no sé dónde cae ni me importa lo más mínimo, pero ya es casualidad el nombrecito), en el que los neocom se han manifestado contra la represiva actuación policial. No sé cuántos porrazos habrán dado los policías, si es que han dado alguno; pero sean los que sean, me parecen pocos.
Al menos, el asunto del acceso de los ocupas (me niego a escribirlo con ka) a pisos públicos divide a los neocom y disgusta al PSOE. Con un poco de suerte (no caerá esa breva), Carmona dejará de apoyar a Carmena y doña Rojelia se irá a seguir defraudando al fisco junto con su marido, algo por lo que parece que no siente ningún remordimiento.
En realidad, no sé si el cabeza de lista en las últimas elecciones municipales es quien encabeza el grupo municipal socialista, pero la casi homofonía de los apellidos era demasiado buena como para dejar pasar la ocasión de hacer el chascarrillo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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