Para
los de izquierdas –tanto más cuanto más a la izquierda- los de derechas somos
gente retrógrada, reaccionaria, de ideas fijas, poco amantes del progreso,
conservadores y no sé cuántas lindezas más. No deja de ser curioso, sin embargo,
que la mayor parte de los avances científicos se hayan producido en naciones no
situadas precisamente a la izquierda dentro del espectro político.
La realidad,
como siempre, viene a desmentir estos postulados. La última patochada de los
ultraizquierdistas necionanistas de
las CUP ha sido atacar los tampones como método de higiene mensual (la ridícula expresión no es mía, sino que la he
visto en un cartel del Carrefour
donde suelo ir a hacer la compra), propugnando el cambio el uso de esponjas marinas, que habría que lavar una vez empleadas para poder reutilizarlas.
¿Qué
será lo próximo? ¿Vuelta a los pañales de tela? ¿O quizá a los condones de
tripa de cordero?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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