sábado, 31 de marzo de 2018

Ni valentía ni estupidez: fanatismo


José Guardiola ya empieza a resultar cansino con su manía de ponerse un lacito amarillo en la pechera. Y lo hace aunque la Federación Inglesa de Fútbol ya le haya apercibido por hacerlo.
Siempre he dicho que Guardiola, futbolísticamente hablando, es el entrenador más sobrevalorado del que he tenido noticia. En el Barcelona hizo lo que hizo porque tenía a quien tenía –el enano hormonado, el charnego, el manchego acomplejado y demás compañeros mártires-, siendo luego igualado, o casi, por Luis Enrique (al que nadie considerará como un entrenador fuera de serie), y superado en Liga (de momento) por Valverde. En el Bayern de Múnich no logró siquiera igualar lo hecho por su predecesor, y eso que el equipo bávaro es una apisonadora en la Bundesliga como no se ha visto en otra competición nacional de nivel equivalente. Y en el Manchester City ha necesitado llegar a la segunda temporada –y gastarse un pastizal en fichajes- para marchar destacado hacia su primer título de campeón de la Premier. Si a eso añadimos que su ojo fichando jugadores es manifiestamente mejorable, ¿qué tenemos?
Pues a un fanático ególatra, soberbio, embustero y mala persona. Una joyita, vamos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: