Haciendo
un chiste fácil sobre su (presunta) orientación sexual, Miguel Dominguín
Bosé ha dicho tantas tonterías (o presuntas tonterías) sobre la pandemia que mi
pensamiento fue que este hombre ha perdido tanto aceite que le ha empezado a
patinar la neurona.
Esta
impresión se reforzó con sus declaraciones -o los titulares sobre las mismas-
tras la concentración de pandemoscépticos en la plaza de Colón de
Madrid. Según dicen, dijo he sido un niño malo. Si lo dijo en broma, no
tiene gracia; si lo dijo convencido, y fuera pariente o amigo suyo, le
aconsejaría una visita al psiquiatra… sólo por si las moscas.
No
sé si de ello, pero sí de mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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