jueves, 3 de septiembre de 2020

Coronavirus (172)

Los detractores de Vox suelen reprocharles dos cosas: lo extremado de sus posiciones y lo que podríamos calificar de no guardar las formas.
Respecto a lo primero, nada que decir: estamos en democracia, y la Constitución garantiza el derecho a la libertad de opinión, aunque luego vengan los giliprogres pretendiendo imponer a toda la sociedad qué y cómo debe opinar sobre casi cualquier tema. En otras palabras, su postura se resume en puedes opinar lo que quieras, siempre y cuando opines lo que yo.
Respecto a lo segundo, no podría estar más en desacuerdo. Si por algo se han caracterizado (hasta donde sé) los cargos de Vox, es por una exquisitez en las formas que ya la quisieran para sí, no los gañanes neocom (fue su jorobado líder el que empleó en sede parlamentaria la sarta de expresiones me la trae floja, me la suda, me la trae al fresco, me la pela, me la reflanfinfla, me la bufa), sino hasta los suciolistos, donde hay doctoras en Derecho constitucional que no saben que la Constitución establece expresamente la igualdad entre hombres y mujeres.
Lo que ocurre es que los de Vox suelen decir las cosas bien claritas, sin artificios, perífrasis o eufemismos. Tal que Rafael Hernando, cuando dijo que la calientacamas había llegado hasta donde estaba (y más que le quedaba por subir, aunque entonces no lo sabíamos), no por sus méritos personales, sino por acostarse con quien se acostaba; o Cayetana Álvarez de Toledo, cuando dijo que Junior era hijo de un terrorista.
Por eso, cuando Vox dice que exigirá en el Tribunal Constitucional los informes sobre el estado de alarma que este gobierno caciquil y chulesco se niega a dar, no está faltando a la verdad ni a las buenas costumbres: se está limitando a describirles como lo que son.
Por ello, y por mucho más…
¡¡¡EL GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!

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