lunes, 7 de septiembre de 2020

Por la boca muere el merluzo

La hemeroteca es perversa. Pero siempre cabe la posibilidad de que el redactor transcriba mal las palabras de alguien. Esta eventualidad se esfuma con la videoteca, que muestra -aunque desde Forrest Gump no hay ya nada seguro- a las personas diciendo lo que dicen, sin intermediarios de ninguna clase.
Hace ahora tres años, el Chepas decía en sede parlamentaria, dirigiéndose al entonces presidente del Gobierno en relación con la presunta corrupción de su partido (el Popular, claro, no el neocom: ya sabemos que los de izquierdas son seres puros y seráficos, prácticamente angelicales e incapaces genéticamente de cometer un delito):
Usted no niega los hechos, niega conocerlos. Bueno, pues por eso está usted aquí, y hay básicamente dos conclusiones posibles hoy. Una, usted nos convence y nosotros le creemos; creemos que efectivamente usted no sabía nada y, por tanto, llegamos a la conclusión de que es usted un incompetente, porque siendo dirigente del Partido Popular desde 1989 y presidente del Gobierno desde las elecciones de 2011 solo un incompetente podría no saber lo que estaba ocurriendo en su partido.
Obviamente, la otra posibilidad era que no creyeran a Mariano Rajoy y asumieran que estaba al tanto de todo; porque, naturalmente, cuando se trata de la derecha, la izquierda pasa de la presunción de inocencia como de la mierda.
Ahora, en cambio, a quien imputa la Justicia por malversación en la financiación del partido es a los neocom, en concreto al director de campañas y al tesorero. Caben las mismas dos posibilidades: o Junior es un incompetente porque no sabía lo que estaba ocurriendo en su partido (algo difícil de creer, dado lo jerarquizados que han sido siempre los comunistas, como buenos -entiéndaseme- liberticidas, aunque posible), o lo sabía… y es tan responsable como los imputados.
Aunque siempre cabe la posibilidad expuesta por el producto del mejor espermatozoide del (vamos a ser suaves) caudal fecundador: el objetivo del juez no es judicial (mira tú por dónde), es la difamación mediática.
Vamos a ver, Echeminga: cuando se dice la verdad no se difama, se es descriptivo. Mediática o inmediáticamente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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