viernes, 11 de septiembre de 2020

Delendum est comunismo

Cuando neocom -en sus diversas variantes regionales y hasta locales- y pomelos irrumpieron en la escena política y rompieron el bipartidismo, se suponían que representaban la nueva política. No quedó demasiado claro qué era eso, salvo una especie de nosotros no somos como ellos, los viejos partidos.
Pero ¡ay!, esos nuevos partidos están formados por personas, y las personas son falibles. Lo que quiero decir, y el tiempo así lo ha demostrado, es que en algunas de sus malas prácticas -por no decir en todas-, es difícil diferenciar a los viejos partidos de los nuevos: colocación de afines (y hasta familiares) a dedo, derroche del dinero público, uso y abuso de las gabelas asociadas al poder… y comisión de delitos, singularmente el de la corrupción.
Viene todo esto a cuento de las noticias sobre la corrupción en el partido neocom. Según el ex abogado del partido -que algo debe de saber del tema, creo yo-, no estamos ante Gurtel o Filesa (es decir, los casos paradigmáticos de financiación ilegal, respectivamente, del PP y del PSOE), sino que es mucho peor: serían algunos dirigentes los que se habrían enriquecido, y el Chepas no podía ignorarlo.
Cuando saltaron estas declaraciones, Junior desapareció. Los tres partidos de centro y derecha, que a veces son bastante torpes, esta vez anduvieron listos, olieron sangre e intensificaron su ofensiva contra el líder único de los morados. Por otra parte, éstos alegaban indefensión aduciendo que no tenían íntegra la declaración de su ex letrado. Como han recibido una copia íntegra de la misma, se quedan sin una excusa.
Y de eso, hace un mes ya…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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